De un hobby a un sueño
Todo empezó como un hobby. Vendía algunos pares de zapatos entre amigas, sin planear demasiado.
En pocos meses, mi auto se convirtió en mi tienda móvil: recorría pueblos, rutas, y pasaba fines de semana enteros dedicada a lo que ya era un verdadero negocio.
Cuando todo se detuvo
La pandemia frenó todo. Sin poder salir ni vender, tuve que reinventarme.
Así nació mi cuenta de Instagram y con ella una nueva forma de llegar a mujeres que, como yo, buscaban zapatos lindos, cómodos y versátiles.
Poco después sumé la tienda online y hoy más de 34 mil personas forman parte de la comunidad Manaia.
Hoy somos un grupo de gente que diseña con pasión, cuida cada detalle y busca crear zapatos que se adapten a tu vida.
Hacia dónde vamos
Mi objetivo es seguir creciendo sin perder la esencia: estar cerca de cada clienta y lograr que cada paso se sienta tan bien como el primero.